Monitoramento de expressão facial IP para garantir a segurança nos presídios
O Escritório do Condado de Worcester (Massachusetts – Estados Unidos), um centro de detenção composto por doze edifícios, ha instalado un centenar de cámaras en red del fabricante sueco Axis Communications que utiliza para monitorizar las expresiones del rostro de los reclusos y prevenir cualquier incidencia.
Las aplicaciones de los sistemas de videovigilancia IP son cada vez más amplias, ya que ofrecen numerosas funcionalidades en el entorno de seguridad, como sucede con una prisión estadounidense, en concreto en el centro de detención de la Oficina del Condado de Worcester, en Massachusetts, donde se utilizan para monitorizar las expresiones y emociones del rostro de los presos.
Además de garantizar la seguridad de los funcionarios que trabajan en la prisión y de los internos, las cámaras permiten prevenir incidencias, así como generar pruebas que extiendan la sentencia de individuos involucrados en incidentes.
Para fazer isso, este centro, compuesto por doce edificios y con una proporción de tres reclusos por un guardia, ha instalado cien cámaras IP megapíxel y antivandálicas del fabricante Comunicações do Eixo que permiten realizar un zoom en detalle y en tiempo real para visualizar las expresiones de los presos antes y durante un conflicto para actuar inmediatamente.
Entre las cámaras en red de Axis instaladas, de cinco megapíxeles, se encuentran los modelos fijos P3367-V y P3367-VE, así como el domo P3301-V, que previamente a su instalación se configuró la red con el fin de garantizar el ancho de banda adecuado para el nuevo sistema de seguridad “con una estrecha colaboración entre el departamento de IT y operaciones de la cárcel que ha sido de suma importancia”, explica Maurice Myrie, director de IT y oficial de seguridad de la información para la Oficina del Condado de Worcester.
Todas las imágenes captadas por las cámaras se archivan, ya que los responsables de la prisión las utiliza en investigaciones para identificar a las partes involucradas en incidentes y así iniciar cargos contra individuos específicos, a quienes se les pueden extender sus condenas.
“El mayor valor para nosotros es la evidencia del vídeo que ahora tenemos -asegura Myrie-. Si una imagen vale más que mil palabras, ahora tenemos 3.000. Si alguien está moviendo su mano para golpear a otro, se captura esa emoción y el vídeo puede mostrar la intención. La resolución de las cámaras Axis es tan alta que podemos ver la emoción en el rostro de un preso y obtener una mejor comprensión de las intenciones de esa persona y si ésta es hacer daño a alguien”.
Así sucedió con un vídeo que ayudó a los investigadores a identificar a los miembros de dos bandas rivales en medio de una pelea que terminó con un apuñalamiento, gracias al cual los participantes fueron acusados en un tribunal de justicia y recibieron una sentencia adicional.
“Una vez que se instalaron las cámaras, pudimos descubrir casi todos los lugares en los que un recluso se podría ocultar y utilizar para cometer actos delictivos”, puntualiza Myrie.
Esta instalación se ha convertido en un modelo para otros centros y países. Como señala este responsable, a corto plazo el material obtenido de incidentes registrados también se utilizará como parte de un programa de capacitación para los nuevos funcionarios, que al ver secuencias de acontecimientos reales conocerán cómo se respondió a cada situación, mejorar la actuación e incluso prevenirla al tener mayor conocimiento de las reacciones de los reclusos.
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• Seção: Estudos de caso, Controle de sistemas, PRINCIPAL DESTAQUE, Treinamento, Serviços, Vigilância por vídeo