La elección de cámaras de vigilancia tiene su precio, ¿qué riesgo puede tener su sistema de seguridad?

Configurar un sistema de videovigilancia en red fiable, robusto y de calidad depende totalmente de los dispositivos que cumplan realmente con estos requisitos, tal y como analiza Sergio Fukushima, gerente técnico de Axis Communications para América del Sur.

Este año, Axis perdió un proyecto de más de trescientas cámaras para uso en carretera. En cuestión de semanas, la gran mayoría de los dispositivos instalados presentaron infiltración de agua, por lo que ha sido necesario realizar recuento de los gastos asociados a la mano de obra del integrador para la sustitución de las cámaras y sumar los costes vinculados al tiempo de inactividad de los equipos.

La fragilidad de un sistema de videovigilancia puede ser física, como en este caso, o de software, como las vulnerabilidades que pueden facilitar accesos no autorizados. Peor que entre agua en una cámara tal vez sea la entrada de un hacker, y la percepción del riesgo generalmente sólo ocurre cuando la decisión de compra ya fue tomada, el proyecto ya se instalo e integró, y el problema ya fue escalado.

La pluralidad de fabricantes en el mercado profesional de videovigilancia ha motivado que los equipos de TI y seguridad de los clientes a realizar un proceso de decisión diferente al practicado hace algunos años: ya no basta con que éste coloque en un papel las especificaciones de su producto, sino que se ha vuelto cada vez más común la llamada prueba de concepto, según el cual el cliente instala las cámaras en una situación real durante un periodo de tiempo para avalar por sí mismo el rendimiento de los equipos antes de escoger la marca y así verificar si lo que dice el fabricante corresponde con los hechos.

Pese a que lo anterior reduce el riesgo de fracasos en el proyecto después de realizar la inversión, la realidad es que toda decisión implica dificultades. Elegir una u otra marca determina el grado de riesgo que el cliente está dispuesto a asumir, considerando la reputación de sus competidores, las garantías, la disponibilidad y agilidad del soporte técnico, el historial de otros clientes, las inversiones en medios para proteger el sistema contra ataques cibernéticos perpetrados por grupos privados y organismos de gobierno, entre otros indicadores.

También existe el riesgo de encontrar lotes enteros con fallos graves. En algunos casos, el problema hace que las imágenes no sean útiles para la visualización. Aunque cualquier fabricante esté teóricamente sujeto a estos fallos, es fundamental adoptar un proceso de control de calidad riguroso para disminuir esta posibilidad.

Cuando la cámara llega a las manos del cliente y sale de la caja, debe funcionar perfectamente. Para garantizar que no pase inadvertido error alguno, los productos deben probarse automática y manualmente, incluyendo pruebas con chorro de agua de alta presión, impactos fuertes contra la cámara y horas y horas de vibración continua.

En este sentido, un producto sólo tiene su desarrollo continuo en Axis después de pasar por el tamiz de un equipo técnico que evalúa diversos elementos, entre ellos la calidad de imagen. Pero además del precio pagado por el cliente, cada elección tiene también implicaciones para el medio ambiente.

Según los datos auditados de Axis, más del 85% de todas sus cámaras y codificadores de vídeo en red están libres de PVC, un material que tiene un impacto negativo en la naturaleza. Algunos dispositivos tienen un consumo de energía muy inferior al de una lámpara Les, y todo esto debe valorarse pensando en el mañana.

Al dedicar más tiempo al análisis de estos factores antes de realizar una compra, se dedicará menos tiempo a estos aspectos tras realizar la inversión. La participación de fabricantes con propuestas aparentemente similares realmente exige un proceso de decisión detallado y con criterio por parte de los clientes, y que se involucre directamente en la elección y haga valer sus intereses. Al final, es también él quien pagará más caras las consecuencias.

Sergio Fukushima

Gerente técnico de Axis Communications para América del Sur

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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